Los Teques, 26 de septiembre de 2011.- “Los libros y los juegos crean otros mundos que sólo están en la mente de quien los concibe”, expresó el escritor e ilustrador español, Javier Sáez Castán, a los bibliotecarios mirandinos y otros promotores de lectura presentes en el cálido encuentro que se ofreció en la Biblioteca Pública Misia Ana de Infante, de Petare.
Así lo informó la presidenta de Bibliotecas Miranda, Miriam Hermoso de Ribas, quien señaló que Sáez Castán, conocido por su famoso Animalario Universal del profesor Revillod, una hermosa obra llena de ingenio que invita al juego de las combinaciones de 16 animales para crear seres fantásticos; y el relato Los Tres Erizos, en la que deja asomar un estilo personal muy cercano al borgeano o al de Lewis Carroll, sorprende con la afirmación “en el libro álbum, el autor construye una parte de la historia, pero el lector decide qué está contando esa imagen”.
El autor confiesa que su trabajo creativo lo realiza en soledad ya que le permite “mirar hacia adentro”, atmósfera ésta que empezó a crearse en la infancia cuando sentía que el bullicio y el ruido ensordecedor del tráfico vehicular lo sacaban de su concentración.
“Los libros son mi forma de mirar y me acostumbré a dibujar toda clase de libros. Especialmente me gustaban los libros antiguos y los raros. Para mí la idea de que mis ilustraciones viajaran por el tiempo es algo que nace en la niñez”.
La universidad frena el ingenio
Sáez Castán estudió en la Facultad de Bellas Artes, experiencia sobre la que sostiene produjo un efecto contraproducente sobre su quehacer creativo ya que los estamentos educativos algunas veces en vez de ayudar al desarrollo de las aptitudes imponen parámetros que las frenan.
“Mi mundo era anacrónico y la universidad me empujaba a lo vanguardista. Al terminar los estudios me dediqué a ilustrar con animales. De hecho quise ser biólogo. La naturaleza es una escuela que nos enseña a observar, a ver los colores. Luego me casé y con el nacimiento de mi primera hija pasó algo extraño, empecé a aficionarme por los libros de cuentos. Fue una etapa muy productiva en la que comencé a desarrollar varios proyectos, era como si la semillita que hubiera sembrado en la infancia por fin empezara a crecer y a dar sus frutos. Yo estaba creando álbumes, pero aún no sabía que se llamaban así”.
Sáez Castán comenta que sus obras no tenían al comienzo mucha cabida en el mercado editorial debido a que España estaba “encadenada” a libros de colección que cumplían con ciertas exigencias. “El trabajo de promoción de lectura lo conocí en México, Colombia y Venezuela, en mi país no se le da mucha importancia”.
Los libros son a la vez espejos y ventanas
Carmen Diana Dearden, Presidenta y fundadora de la Editorial Ekaré, quien estuvo presente durante el encuentro, sostuvo que la iniciativa de traer a estos ilustradores españoles (pues Sáez Castán arribó al país acompañado por la también ilustradora Alba Marina Rivera, quien ofreció una charla antes que él) es poder compartir sus experiencias en el quehacer creativo.
“Hay una gran diferencia entre ver el libro y verlo desde la perspectiva de las vivencias contadas por su propio autor. Siempre nos hemos hecho con los ilustradores venezolanos, pero también nos gusta traer invitados extranjeros que quieran compartir con nosotros cómo es ese proceso hasta que está terminado su trabajo. El libro es un espejo para ver la realizad y una ventana para observar otros mundos”.
Al referirse al talento venezolano señaló que “Venezuela es un país de imágenes”, pero lamentó que la mayoría de los diseñadores jóvenes hagan todo por computadora, por lo que se ha perdido la tradición del trabajo manual.
Prensa Bibliotecas Miranda/Violeta Del Portillo.
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